domingo, 30 de junio de 2013

Sobre el emprendimiento social, el lucro y la empresa.


Siempre me surgen dudas cuando oigo hacer planteamientos con el concepto "ánimo de lucro". Como siempre que no tenemos claros los conceptos nos enseñaron a acudir al diccionario de la RAE, he hecho lo propio y lucro tiene dos entradas:

**lucro.**

(Del lat. lucrum).
 1. m. Ganancia o provecho que se saca de algo.

Pero también tiene una entrada como **lucrar.**

(Del lat. lucrāri).
1. tr. Conseguir lo que se desea.
2. prnl. Ganar, sacar provecho de un negocio o encargo.

Entonces me asaltan algunas preguntas cuando hablamos de emprendimiento social. Parece que el primer acercamiento trata de definir el emprendimiento desde la intencionalidad, sea con o sin ánimo de lucro. Pero si el lucro se define como conseguir lo que se desea u obtener ganancia de algo ¿el emprendimiento  no es esto sea social o no? obtener un beneficio, pero no medido en términos económicos sino sociales ¿no sería entonces lucro?.

La barrera entre ánimo de lucro y no ánimo de lucro se ha situado, según el criterio legal, en el reparto de beneficios económicos. Es el umbral en el que se diferencia una entidad social de una empresa. Existen entidades sin ánimo de lucro que obtienen numerosos y cuantiosos beneficios económicos que, en principio, tienen el mandato de reinvertirlo en sus fines, definidos como sociales. Si se reparte según criterios no sociales entre sus miembros, en principio se comete una "ilegalidad" y puede ser sancionado.

Tras algunos años de experiencia en el emprendimiento uno alcanza la conclusión que las obligaciones y deberes económicos  de una entidad sin ánimo de lucro son las mismas - con carácter general- que una sociedad limitada, por ejemplo. También desde el mundo de la empresa se trabaja en fines sociales ¿quién dijo que no? se crea empleo, conocimiento, se generan recursos que benefician a comunidades y territorios ¿no son esos fines sociales?. No entiendo que una empresa sea menos social que una entidad "sin ánimo de lucro".

Habiendo estado en uno y otro lado de esta trinchera entiendo que se puede ser emprendedor social desde el "ánimo" y desde el "no ánimo de lucro". Que las condiciones para la acción y el desarrollo de proyectos son diferentes, eso es evidente, que unas veces el conseguir lo que se desea (lucrarse) lo tienen que aportar los individuos y en otras ocasiones las administraciones.

No entiendo ni conozco ningún emprendimiento que sin valor económico pueda sostener sus valores sociales. La economía forma parte de lo social y no podemos obviarlo, igual que lo planteaba Bourdieu, la economía tiene también unas importantes bases y construcciones sociales. Si no somos capaces de comprender que todo forma parte de un mismo conjunto difícilmente podremos comprender el hecho del emprendimiento atendiendo a valores solo sociales o solo económicos.

Entiendo que es necesario enmarcar el debate del emprendimiento social o introducir nuevas variables más acordes a las nuevas condiciones en las que nos toca vivir. Alguien ha hablado que hemos pasado del Estado del Bienestar a la Sociedad del Bienestar y creo que es cierto, la sociedad del bienestar presenta coordenadas diferentes, nuevos problemas y necesita nuevas respuestas: innovación. Por tanto habrá que revisar todos los fundamentos que nos ayuden a abrir nuevas ventanas para comprender el mundo en el que vivimos.

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