domingo, 6 de marzo de 2011

Organizaciones que aprenden

Estamos inmersos en un contexto socioeconómico complejo, en una nueva era que dicen muchos pensadores y avezados observadores. El paradigma nos indica que hay que avanzar  a la sociedad del talento, a la economía del conocimiento y a la cultura de la innovación y el emprendimiento. En este nuevo paradigma del mundo occidental se plantean nuevos retos que no están exentos de dificultades y controversias.

Camino de este nuevo paradigma se necesita reajustar diversos modelos que no tienen un funcionamiento correcto, tanto el modelo de estado, el marco y el modelo productivo necesitan importantes reajustes para encarar con suficientes garantías una economía que apoye y se beneficie de las economías de nuestro entorno geográfico.

Pero para ello va a resultar fundamental dotar de un nuevo reto a las organizaciones e instituciones que tienen que ver, no solo con el modelo productivo, sino también con el modelo de desarrollo social e ideológico. Este nuevo reto es ser capaz de aprender del entorno. Las organizaciones no pueden permanecer ajenas a lo que les rodea: una economía cambiante, en busca de la mejora permanente, cambios vertiginosos en las tecnologías, en los procesos productivos y sociales etc.

Para ello es fundamental que organicen su aprendizaje, no solo el de sus miembros en vista a adquirir nuevas competencias profesionales que va a ser un elemento básico y necesario, sino su modelo de inteligencia colectiva, el que les va a hacer adaptarse a su entorno con garantías. Pero el entorno no es solo geográfico, el entorno es hoy día tecnológico y digital. El entorno de una empresa puede estar compuesto de centenares de organizaciones que producen e intercambian y que están a miles de kilómetros de distancia.

Las organizaciones que aprenden  definen estas como “empresas preparadas para crear, adquirir, interpretar, transferir y retener conocimientos” y capaces de “modificar su comportamiento para responder a esos nuevos conocimientos ( David Garmin y Amy Edmonson).

El modelo de inteligencia colectiva se basa precisamente en esa capacidad de adaptación ante el cambio, en saber anticiparnos a los cambios que deben venir. Por tanto las organizaciones deben repensar sus modelos organizativos, compartir la información entre sus miembros, establecer las relaciones necesarias para detectar los posibles cambios. No será la tecnología la que nos permita tener modelos inteligentes si dicha tecnología no está inserta en una estructura flexible y cooperativa dentro de la organización.

Las empresas se deben preocupar que sus miembros adquieran las competencias necesarias, los ejecutivos, los mandos intermedios y los trabajadores. El clima de aprendizaje continuo es fundamental para encarar los procesos dentro de las organizaciones y junto a esto cuidar  aspectos tales como aprender a aprender, sinergias, pensamiento sistémico, aprendizaje organizacional y trabajo en equipo.

La organización como cojunto será capaz así de adaptarse a las nuevas necesidades si tiene prevista sus modos de aprender, de generar conocimientos de forma permanente dentro deel contexto en el que se ubica.  Pero el conocimiento no es solo información, sólo datos, también tiene que ver con el vínculo entre los miembros y con el conocimiento de la propia organización.

Las organizaciones que sean capaces de aprender, de generar culturas adaptativas e los entornos cambiantes, de ser capaces de instalarse en un modelo de adquisición de las competencias profesionales necesarias serán las que sobrevivan en la nueva economía y en el nuevo paradigma.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Linkwhitin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...