Las empresas como organizaciones abiertas

En pleno auge de la revolución digital en la que estamos insertos desde hace 20 años debemos valorar y reflexionar sobre el impacto que los cambios en la tecnología están provocando en las organizaciones empresariales. No se si estamos ante un gran proceso o frente a multitud de procesos que la tecnología está produciendo y generando una respuesta de las estructuras sociales y culturales a una nueva situación inédita en la evolución humana.

Las empresas son organizaciones sociales que están en la primera línea de cambio y ajuste de la tecnología. Superado ya el momento de incorporación de las nuevas tecnologías a los procesos productivos y las sucesivas adaptaciones para hacerlas competitivas (este es uno de los problemas de los que nadie habla pero la baja productividad y competitividad en buena parte se debe al desfase de la incoporación de las tecnologías y el uso que se hace de la misma en las estructuras organizativas de las empresas e instituciones y en la población trabajadora) estamos en una nueva fase social (o de socialización) en el que la tecnología se está poniendo al servicio de las relaciones y necesidades humanas: elearning, social commerce, redes sociales etc. 

En esta fase social o de socialización se están mostrando las costuras de las organizaciones y sus rigideces. Las estructuras de las empresas están teniendo dificultades para responder a los cambios provocados por la implantación de los nuevos procesos tecnológicos. Las estructuras organizativas son modelos adecuados para los entornos tecnológicos de hace veinte años pero no son suficientes para atender a los nuevos retos ante los que estamos presentes.

Y la principal dificultad es saber establecer el tránsito entre los modelos tradicionales, jerárquicos y centralizados basados en un control de arriba-abajo a otro modelo que se está denominando organización abierta para la gestión adecuada del conocimiento.

Este nuevo paradigma de la organización empresarial nos exige aprender a trabajar en red y a que nuestra estructura esté orientada al trabajo colaborativo. Pazra ello es fundamental establecer procesos graduales de cambio basados en la reflexión de lo que queremos hacer con las nuevas tecnologías y su aprovechamiento dentro de las empresas. Hay que gestionar los nuevos procesos de comunicación a partir de las tecnologías que sean útiles y reorganizar los procesos colaborativos dentro de las empresas. No olvidemos también que el consumidor o el cliente ya no es el mismo, que está cambiando gradualmente a nuevas necesidades y expectativas.

Las organizaciones abiertas tienen como características:

1. sus estructuras organizativas están dispuestas para trabajar en red.
2. hay una nueva gestión de la comunicación adecuados para tratar con los clientes y proveedores a través de las TIC.
3. sus estructuras aprenden de forma inteligente y aprovechan todos sus recursos para transformarlosen conocimiento y eso les añade ventajas competitivas.
4. asumen que las tecnologías provocan nuevos modos de relación con el entorno: nuevo lenguaje, nuevos productos, nuevas ideas.
5. sabe que tiene que construir una comunidad alrededor de su proyecto, que las clave está en las personas.

Está pendiente una reflexión profunda en el seno de las empresas sobre los nuevos retos para los próximos años. No cabe duda que quedan aún muchos aspectos por encajar y reajustar. Nunca más que ahora estamos insertos en un gran proceso de adaptación de las empresas a los nuevos entornos