Hay autores que focalizan sobre Internet los cambios que se están produciendo en los modelos de organización de las empresas pero ¿somos conscientes que lo que denominamos internet es la base sobre la que opera la tecnología y soporte de su increíble desarrollo exponencial?
La tecnología ha posibilitado y favorecido que las empresas inicien un proceso de reestructuración y re-organización de sus modelos tradicionales ante las posibilidades de incremento de la productividad que le ha ofrecido desde la segunda mitad del siglo XX. Además Internet se ha dotado de un cierto aroma de ser el futuro y el progreso excluyendo todo aquello que no cayera bajo su paraguas.
La tecnología y la empresa han cruzado en el denominado "ebusiness" mediante el que se han roto las normas de localización de las empresas, las relaciones con los proveedores, con los clientes, con los sistemas de producción, financiación, distribución y ventas.Al mismo tiempo, además de socavar los cimientos de los modelos tradicionales de las empresas se ha introducido un segundo elemento que acelera todos los procesos y tiene que ver con la introducción de la innovación y el cambio. Se genera una espiral vertiginosa en la que la obsolescencia de los programas y recursos con los que se trabaja en el proceso productivo es tan rápida como aprender su simple manejo cuando son sustituidas o mejoradas. Esto ha obligado a que las empresas deban incorporar modelos de organización más que flexibles y adaptables a condiciones cambiantes.
Estos cambios son los que se han denominado "Nueva Economía" que ha pecado también de un cierto adanismo renombrando procesos tradicionales para revestirlos de una nueva imagen. Pero esto lo veremos más adelante y lo que hacemos es dejarlo apuntado.
Los sistemas de organización de las empresas en los últimos 30 años se han caracterizado porque se han aplicado procesos de geometría variable con nuevas fórmulas de cooperación y competencia en el que ha resultado ser más adaptativa la organización en red con un fuerte componente tecnológico. El apabullante desarrollo tecnológico y de internet genera posibilidades de comunicación impensables hasta ese momento entre todos los actores que intervienen en la actividad económica. Las primeras empresas que adoptaron estos nuevo modelos fueron las industrias tecnológicas: Cisco, Nokia, IBM, Oracle etc. y de este sector va difundiéndose a otros sectores como el de la moda, Zara, o los componentes automovilísticos, Valeo
La Nueva Economía, en palabras de Castells, se basa en la conexión reticular interactiva basada en internet entre productores, consumidores y proveedores de servicios. Pero estos cambios tienen efectos también en el sistema económico:
- la escalabilidad: los mercados están en una suerte de geometría variable que permite adaptarte a las condiciones en las que puedas competir. Esto ha permitido poder satisfacer nuevas necesidades con modelos de negocios nuevos a base de reorganizar el sistema de producción y comercialización.
- la flexibilidad: las empresas han tenido que aprender a gestionar los cambios acelerados en estructura, personal, modos de distribución, financiación etc.
- la personalización: ha sido otra de las claves de estos tiempos que básicamente ha sido siempre una necesidad de los consumidores que la tecnología ha podido satisfacer por la reducción de los tiempos de respuesta y la adecuación a gustos y percepciones muy personales.
La clave principal de la nueva economía es el incremento brutal de la productividad a partir de la aplicación de la tecnología a los procesos productivos en cualquiera de sus partes. Este incremento viene de la mano de una revolución tecnológica en la que hemos avanzado más en los últimos 30 o 40 años que algunas centurias.El cambio está aquí y no percibirlo sería absurdo además de perder el tiempo y el futuro. Además la productividad es la verdadera clave de esta nueva economía como indicador de eficiencia.
Este es el verdadero reto de las empresas para los próximos años: el incremento de la productividad porque nos hará competitivos. Y para ello en los próximos años van a ser fundamentales la gestión del talento, la formación de los recursos humanos de las empresas, la adquisición de las nuevas competencias y sobre todo, la apuesta decidida por la calidad y el trabajo bien hecho.